Continuando con los tipos de vendedores, concluimos advirtiendo sobre otras clases existentes:
Paranoiquitos: Cuando caminan tiemblan, suelen tener un supermercado (tipo chino o similar) en el cual montan un televisor en lo alto para ver algún noticiero amarillista en sus 28 horas de trabajo diario. Se caracterizan por poner en la entrada unas 5 puertas enrejadas (generalmente azules), con muchas cadenas y de esos candados bien grandotes. Utilizan monitores de PC viejos para observar las 500 cámaras de seguridad que tienen en su local de 8 x 5 metros.
Cada tanto combinan con la policía para que se peguen una vueltita, para esto los adorna con alguna gaseosa o algunos kilos de carne.
Dr. ¿Cuánto tienes? : Este la tiene clara y seguramente cualquier lector tuvo alguna experiencia con este usurero usador de kipá.
Un comprador recién salido de haber cobrado su aguinaldo y con cara de feliz cumpleaños es olido desde 200 metros por este tipo de vendedor.
Veamos unos guiones de un suceso:
—Ando buscando una guitarra como para empezar —comenta el comprador mirando para todos lados y sorprendido con tanta mercadería.
Cuando el Dr. Escucha la frase “como para empezar”, se le hace agua la boca, se frota las manos y responde —Mira, acá un nuevo proveedor nos trajo una viola stratocaster que es como la que usaba BB King cuando era niño —Mientras tanto le hace seña al cadete para que le traiga una guitarra que vale 50 dólares y le guiña el ojo.
—Qué linda guitarra ¿cuánto está? —Pregunta el novato músico y sin hacerla sonar.
El vendedor responde —400 dólares.
Una lastima, no llego —comenta el melómano muy acongojado.
Luego el Dr. Saca su comodín —¿Cuanto tienes? —pregunta inescrupulosamente.
200 —le dice el desamparado músico.
El Dr. Le propone —Mira, me haces acordar cuando yo empecé en esto del ruido, te siento mucha vibra y quiero que el próximo “Clapton” compre su primer guitarra en mi local. Te hago 2 cuotas de 200, hoy por ti mañana por mí.
Diarrea letal: Este te garca o te garca, no hay otra posibilidad. No solo que es judío, sino que además es argentino, porteño y con habilidades tucumanas. Así es damas y caballeros! este es un autentico inglés pirata y ladrón.
Es una mezcla cultural comercial sin precedentes, cuando lo bautizaron no lo llevaron a una iglesia, sino que lo levantaron con las manos en una bolsa de comercio. De viaje de egresados lo mandaron a Wall Street, se egresó en Harvard y cuando volvió se puso un local en el once*.
Su hobby es contar el dinero que tiene. Le encanta tocar los billetes, para acariciarlos pone como excusa que está comprobando si son falsos y además, si tiene la oportunidad de estar un rato solo, aprovecha para olerlos.
Máximo Finoli: Este solo vende cerveza alemana, pasta italiana o perfume francés. Si entra a su local un obrero de la construcción, directamente llama al 911.
Suele convidarte con algún caramelo y además te pregunta el nombre.
Odia a los niños, le da miedo que ellos le ensucien el local con moco o con migas de galletas.
La otra vuelta, acomodando unos de los trajes, vio a una cucaracha y lo tuvieron que internar, todavía está en coma.
El insistente: A este lo podemos encontrar en la calle, golpeando en la puerta de tu casa o llamándote por teléfono de 3 a 8 veces por día. Pobre de ti si no le compras nada, es capaz de seguirte hasta adentro del inodoro si es que haces “la gran Nemo” con total de escaparte.
Modus operandi:
Insistente —Señorita tiene un momentito, sin obligación de compra. La invito a probar gratis uno de los últimos productos lanzados por nuestra compañía.
Chica —Disculpe caballero, se me hace tarde.
Insistente —Es solo un segundito ¿Ya sabe de nuestro nuevo servicio de celulares con costo módico y superficial?
—No señor ya le dije que no tengo interés —concluye la joven.
Luego de un mes a la pobre chica le llega una factura de un celular que no compró. Es de la empresa Terrefornica, compañía en la cual trabaja “El insistente”.
Post dedicado afectuosamente a la comunidad judía en Argentina.
(Espero que no me cobren por nombrarlos)
*Barrio de Buenos Aires caracterizado por haber muchos locales de ropa y mucha competencia.
Escrito por Relevo
Categoría: Estereotipos Sociales, Humor
A mí siempre me toca el insistente... y nunca nunca me ofrecen nada útil.
ResponderEliminar¡jajajaja! Muy observador resultó usteT, Sr! Ahora, si me permite hacer un agregado, yo creo que en todos los casos hay una dosis de "diarreicos letales".
ResponderEliminarMás de una vez algún "insistidor" me ha empernado sin retorno, solo por poner un ejemplito al azar :)
Que tenga un excelso fin de semana! A no pelearse por las sobras de los cumpleaños y a rascarse todo lo que se pueda! :D
Un besote!
Che, te faltó pedir disculpas a la comunidad tucumana, porque nos mencionaste sólo para revivir el viejo mito (mito?) de que por aquí la gente tiene ciertas inclinaciones a quedarse con lo ajeno. Igual, está bueno el post. Odio los vendedores callejeros de perfumes, que sobre la transpiración se ponen trajes "mil rayas" para vender perfumes truchos. Saludos!
ResponderEliminarEl insistente es eltipico telemarketer o el vendedor de perfmes en la calle que te rompe y te acosa por toda la cuadra y te deja todos los perfumes a 1 peso con tal de que le compres algo. Me enfermaan!! Y lo peor, es que yo, porque me dan cosita, les termino comprando algun perfume horrible!! :s
ResponderEliminarBuen post!!
Saludos y gracias por pasarte por mi campo!!
Un ejemplo de lo que pueden ser las teleoperadoras encuentran ustedes en mi blog, ellas pueden hasta quitar el sueño, vienen en grupo, por todos los lados y a todas las horas del día! :-)
ResponderEliminarMel
ResponderEliminarMe querés robar una disculpa ¿Cuándo no he? ;)
Hasta aquí parece que los que más rechazo producen son los “vendedores de perfumes” y los “telemarketers”. Por mi parte creo que con los primeros todo bien, no compro y además los puedo esquivar. Con les telemarketers tuve malas experiencias, cosa que se merecería un post aparte.
ResponderEliminarAhora bien, presten buena atención al guión del “Dr. ¿Cuánto tienes?” Los consumidores tenemos que estar bien advertidos de ese tipo de operaciones, son mucho más comunes de lo que parece (más aún cuando te atiende el dueño del local)
Impresionante y amplio rango de personajes!!
ResponderEliminarLos vendedores son ¡¡terribles!!
Y los más insoportables: ¡¡los insistentes!!
Saludazos!!
jajajaa! Muy bien definidos!
ResponderEliminar